miércoles, 23 de diciembre de 2015

Cuatro Principios Para La Unidad Cristiana

Escrito Por Benjamín Morrison
Traducido al Español por Carlos Alvarado

A menudo parece que los cristianos tienen una habilidad muy particular para hacerse menos y juzgarse los unos a los otros. A menudo esto tiene que ver con diferencias en convicciones personales sobre lo que se llama áreas grises. Estas son áreas en donde las escrituras no nos dan un “no harás…” o “harás esto…” inequívoco, requiriendo que los cristianos busquen una manera sabia de abordar estas áreas mientras navegan por los asuntos de esta vida. En Romanos 14:19-23, Pablo lidia con cómo abordar la cuestión de convicciones en áreas amorales en una forma que honra a Cristo y a nuestros hermanos y hermanas en el proceso.

“19 Así que, sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación. 20 No destruyas la obra de Dios por causa de la comida. Todas las cosas son limpias; lo malo es hacer tropezar a otros por lo que comemos. 21 Lo mejor es no comer carne, ni beber vino, ni hacer nada que haga que tu hermano tropiece, o se ofenda, o se debilite. 22 ¿Tú tienes fe? Tenla para contigo delante de Dios. Dichoso aquel, a quien su conciencia no lo acusa por lo que hace. 23 Pero el que duda acerca de lo que come, ya se ha condenado, porque no lo hace por convicción; y todo lo que no se hace por convicción es pecado.” (RVC)

El pasaje contiene Cuatro principios importantes que se necesitan para mantener la unidad cristiana:

CUIDADO CON LO QUE DEFINES COMO PECADO

" Todas las cosas son limpias."  En otras palabras, si la Biblia no dice que algo es pecado, no puedes definir lo universalmente como pecado. Si la Biblia no habla acerca de algún tema en particular, o da libertad en algún área, o no plantea una postura específica, entonces ningún cristiano, no importa que tan entendido de las escrituras o espiritual crea que es, tiene el derecho de declarar que algo es pecado o universalmente inaceptable. Hay suficientes cosas acerca de las cuales la Biblia dice que son pecado (que se pensaría es suficiente para mantenernos ocupados). Interesantemente la soberbia espiritual está casi al principio de la lista. En cuanto tomas algunas de tus, convicciones personales y tratas de imponerlas sobre los demás o las tratas de hacer una regla que cubre a todos los cristianos, o simplemente haces menos a otros que no comparten tu convicción, te has eficazmente convertido en un fariseo. Estas áreas de convicción incluyen cosas como el uso moderado de bebidas alcoholics, (no la borrachera, que claramente es prohibida en las escrituras) el uso de anticonceptivos, ver las películas de Harry Potter, comer tocino, jugar a las cartas, escuchar música secular, usar electricidad, y la lista sigue.

SIGUE TU CONCIENCIA

" Lo que no se hace por convicción es pecado." Esto quiere decir que, si tu personalmente estás convencido de que Dios no quiere que hagas algo, aun cuando la Biblia no dice nada acerca de ello, entonces ¡No lo hagas! ¡Para ti sería pecado! La razón por la que sería pecado no es porque la cosa o la acción misma sean malas, sino porque, en cuanto a tu convicción, esto sería desobediencia a Dios, y eso es pecado. Así que apégate a tus convicciones. Vive de acuerdo a ellas si crees que Dios te está dirigiendo a hacerlo. Solo que no trates de imponerlas sobre los demás porque entonces tendrás un problema mayor que comer tocino o ver películas de Harry Potter.

SIRVE A TU HERMANO, NO A TI MISMO

"No hagas nada que haga que tu hermano tropiece."  Esto es, si la opción es entre usar tu libertad para hacer lo que quieras y servir a tu hermano, siempre debemos hacer lo segundo. Siempre. Se nos da gran libertad en Cristo no para que hagamos lo que queramos, sino para que al renunciar a ella por causa de los demás podamos hacernos más como Jesús. La cruz de Jesús prueba sin lugar a duda que servir a los demás es más importante que mantenernos firmes sobre nuestros derechos. Aquellos que tienen libertad en algún área deben ser lo suficientemente maduros como para no imponer esa libertad sobre aquellos que tienen convicciones más susceptibles. ¿Pero esto quiere decir que debemos de dejar de tomar café, comer tocino, ver la televisión o usar la electricidad solo porque puede causar que alguien en algún lugar en alguna situación hipotética tropiece?

EJERCE TU LIBERTAD EN AMOR

"¿Tú tienes fe? Tenla para contigo delante de Dios."  Para contestar a la pregunta anterior, no, para servir a los demás con nuestra libertad no quiere decir que tenemos que volvernos tan estrictos en nuestras convicciones como lo son ellos. Pero si quiere decir que usamos nuestra libertad con discreción y con la disposición de renunciar a ella por causa de los demás. El principio no es “si esto puede ser tropiezo para alguien, en algún lugar, nunca debería yo hacerlo.” Porque entonces terminarías siendo un vegano que come su comida cruda que no usa electricidad porque “en algún lugar” está una persona Amish vegana a la que tu libertad le puede causar que tropiece. Pero la cosa es que, el amor no existe en “teoría”, solo en la práctica. El principio que Pablo plantea aquí es este: “Si mi libertad en algún área hace tropezar a la persona con la que estoy ahora mismo, entonces en su presencia me voy a abstener.” Así que disfruta de la libertad que Dios te ha dado, pero haz uso de tu libertad en lugares y formas que no harán tropezar a los demás. Cuando menos, puedes disfrutar de tu plato de tocino estando sentado delante de Dios en soledad y dándole las gracias por haber hecho a los cerdos tan deliciosos. No te preocupes, a Él no lo harás tropezar. Entiende, este principio no significa que dejamos de usar la libertad. Pero si quiere decir que renunciamos a ella en ocasiones por el bien de las personas a quienes de hecho estamos sirviendo y a quienes harían tropezar en ese momento. 
   
Si nosotros como cristianos aplicáramos estos simples principios escriturales, habría menos pleitos y contenciones insignificantes entre los miembros del cuerpo de Cristo.  

ULTIMA DECLARACIÓN

Una declaración más debe hacerse aquí: Si alguna persona intenta establecer sus propias convicciones personales como ley para todos los creyentes, en realidad quiere decir que está intentando establecerse a si mismo como Dios, ya que es solo él el que tiene el derecho de establecer mandatos para todos los cristianos. En tal caso ¿Qué debemos hacer? Debemos hacer lo que Jesús hizo: contradecir y romper con denuedo las pseudo-leyes farisaicas. Y si están contradiciendo la voluntad de Dios por medio de sus convicciones hechas por el hombre, debemos ignorarlos y hasta estar dispuestos a reprenderlos. Jesús a menudo practicó esto cuando los fariseos intentaron estorbar a la obra y voluntad de Dios con sus convicciones extra-Bíblicas. La respuesta de Jesús fue contradecirlos con valentía y continuar con la obra que Su Padre estaba haciendo.  A veces hasta parecía que se deleitaba en empujar los botones de los fariseos religiosos. Después de todo él hubiera podido evitar ofender sus sensibilidades si hubiera querido, pero no lo hizo. Quizás esto fue para mostrar a aquellos sobre quienes los fariseos habían impuesto sus cargas que uno en verdad puede amar a Dios sin todo el bagaje extra de las restricciones hechas por los hombres.

 Benjamín Morrison escribió este artículo. Él es el pastor principal en Calvary Chapel de Svitlovodsk localizada en Svitlovodsk, UA. Benjamín está casado con Lena y ellos tiene dos hijos, Abigail e Isaac. Pueden seguir a Benjamín en Twitter, @ccsvitlovodsk.

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